Houry Gebeshian (FIG)
A modo de introducción, Houry Gebeshian es una gimnasta estadounidense de origen armenio que representó a Armenia en Rio. Gebeshian compaginó su preparación a Rio con su trabajo de matrona y recientemente la UEG ha publicado una interesante entrevista con ella, sobre su preparación para Rio, como preparó su elemento y sus planes de futuro.
UEG: ¿Cómo fue la experiencia en los Juegos de Rio?
Gebeshian: Ha sido la experiencia más gratificante de mi vida. Me entrené a mí misma, me financié a mi misma y llegué allí. Era una experiencia para disfrutar. Y eso fue exactamente lo que hice y amé cada momento.
UEG: El COI ha hecho un bonito vídeo sobre ti. ¿Cómo reaccionaste al verlo?
G: Hicieron un trabajo muy bueno con ese vídeo. Cada vez que lo veo me motiva y me quedo como "Tengo que volver ahí" Me sorprende que tenga tantas visitas y "me gustas". Es muy bueno.
UEG: También fuiste destacada en el vídeo de los mejores momentos de Rio. ¿Lo viste por primera vez en la ceremonia de clausura?
G: ¡Sí! Estaba en la ceremonia de clausura y vi el vídeo. Todo estaba bien y entonces vi que estaba en él y empecé a gritar. Yo estaba muy emocionada y todo el mundo a mi alrededor preguntándose que pasaba, por qué estaba tan emocionada. "¡Era yo!" Fue una secuencia de tres segundos así que ya había pasado cuando la gente supo quien era y a lo que me refería. Me costó una eternidad encontrar el vídeo pero finalmente lo encontré. Estaba tan sorprendida y en shock por haber salido, supongo que era entretenida y quisieron guardar ese momento. Fue honor, eso seguro.
UEG: ¿Te gustaría volver a la gimnasia?
G: Me encantaría, pero estoy oficialmente retirada, ya he terminado de competir en gimnasia. Me siguen preguntando sobre 2020, diciendo que lo hice tan bien en 2016 pero creo que muchos no se dan cuenta de que mi primer intento fue en 2012 y de que me lesioné y no me pude clasificar. Es momento de empezar, bueno, continuar mi vida y dejar este capítulo de la gimnasia de lado. Me rompe el corazón. Amo la gimnasia. La amo muchísimo. Desearía poder seguir eternamente pero llegado cierto punto tienes que seguir adelante y que mejor manera de terminar mi carrera que en lo más alto.
UEG: ¿Planeas seguir vinculada a la gimnasia?
G: Definitivamente voy a estar viendo. Quiero seguir vinculada. He sido la única gimnasta en representar a Armenia. Mi objetivo es desarrollar un programa para los armenios y captar a más chicas. Podemos tener a más gente capaz de hacer lo que yo he hecho. Vivo en Estados Unidos y lo he hecho como armenio-americana. Creo que podemos empezar desde aquí con los armenio-americanos, construir un equipo y buscar a chicas interesadas. Hacer que consigan experiencia internacional y, ¿quién sabe que puede pasar? Es mi objetivo primordial. He considerado ser juez, pero impone por todas las normas que hay. También quiero ayudar con este programa del que estoy hablando. Cada vez que vas a una competición, recibes una multa si no tienes a un juez y nosotras no tenemos juez femenino así que he pensado que es algo que podría hacer también. Ya veremos, hay muchos frentes abiertos pero definitivamente voy a estar involucrada.
UEG: ¿Cuál es la situación de la gimnasia artística femenina en Armenia?
G: Casi todo es gimnasia recreativa para las mujeres. Tienen pequeñas competiciones entre ellas para mostrar lo que hacen pero no es para nada un nivel competitivo a nivel internacional. Creo que eso se debe a la financiación, los medios y los entrenadores, no hay de eso en la gimnasia femenina. Y pienso que si puedo encontrar chicas aquí y hacer un buen nombre de Armenia, entonces el dinero y los medios volverán a Armenia. Si hay suerte eso dará un impulso, ese es mi mayor objetivo.
UEG: ¿Hay aumento de interés después de tu actuación en los Juegos?
G: Definitivamente, tengo a gente, normalmente padres, contactando conmigo para preguntarme como he hecho esto y como su hija podría hacerlo. Están muy interesados, especialmente cuando les digo que quiero desarrollar este programa, quiero que otras chicas hagan esto, y chicos. No es sólo chicas, sólo que será más difícil para los chicos porque ya tenemos un buen programa. Tengo una chica que es muy interesante. Ya ha estado en Armenia, tiene la nacionalidad, tiene el nivel y tendrá la edad suficiente en 2020, así que estamos trabajando muy de cerca con ella. Captar ahora, intentar encontrar a la gente que este dispuesta a comprometerse. Es un gran compromiso, desde luego.
UEG: ¿Cómo lo hiciste? Sin entrenador y aprendiendo elementos nuevos.
G: Bueno, el único elemento que de verdad aprendí fue "mí" elemento. Básicamente me tuve que re-enseñar los elementos que hacía en la universidad. Casi los mismos ejercicios que hice en el mundial de 2011. Así que tuve que ponerme en forma, me sobraban nueve kilos, no había hecho gimnasia en tres años. Fue un sufrimiento el simple hecho volver a un físico de gimnasta. Volver a aprender los elementos... había estado haciéndolos durante años antes de esos tres años fuera, sólo tenía que recordar como se sentía mi cuerpo e hice todo a partir de esa sensación. Al final lo recordé todo e hice la mejor gimnasia que he hecho nunca. Estoy muy orgullosa de mí misma por conseguirlo.
UEG: ¿Cómo inventaste tu nuevo elemento?
G: Fue una gran número de ensayo y error. Inicialmente quería que mi nombre perdurase, que destacara así que pensé "¿y si me clasifico para una final?". Primero pensé que me podía meter en la final de salto si hacía dos saltos. Eso no iba a pasar, no tenía dos saltos de buen nivel. Luego pensé si lo hago lo suficientemente bien puedo estar en la final individual, pero si no conseguía un salto de mayor dificultad las posibilidades eran escasas. Iba a estar cerca, pero no lo iba a conseguir. Luego pensé en que siempre había querido inventar un elemento nuevo así que ¿por qué no inventar algo?. Así que fui al código y traté de buscar algo que pudiese hacer pero todos los elementos ya estaban inventados. "Qué voy a hacer, esto es imposible". Pero luego pensé y pensé y miré en el código. No hay mucha gente a nivel internacional que haga este salto de entrada (salto de ángel) . En la universidad esta entrada se usa mucho. Por eso la tengo. Siempre la he hecho. Miré en el código y estaba el salto de entrada con pirueta pero sin tocar la banda. Así que podía hacer mi entrada habitual con repulsión y a añadirle medio giro para agarrarlo como un Shaposhnikova. Lo intenté y lo intenté y cuando lo agarraba me quedaba sin vuelo. No me estaba llevando a ningún sitio. Así que se lo envié a uno de mis entrenadores de la universidad, Linas Gaveika, quien me ha ayudado y aconsejado durante estos dos años en el momento en el que tenía alguna duda. Me dijo que parase y dejase de perder el tiempo, que hiciese un giro completo, agarrase la banda y siguiera con mi ejercicio. Así que prepare las colchonetas para hacer algunos simulacros. El cuerpo técnico de Gymnastics World, Greg Skupski y Nate Fortunato, me ayudarnos con los simulacros y tuve cerca de un mes para perfeccionarlo.
Empecé a hacerlo sólo dos meses antes de los Juegos Olímpicos. Afortunadamente lo agarré en los Juegos, y eso fue todo, una gran progresión. En realidad estaba muy nerviosa pero todo fue bien y después clavé la salida de asimétricas y pensé: "Esto es lo mejor, no me tengo que preocupar de nada más" Primer aparato, primer elemento, estaba temblando y normalmente no soy para nada una competidora nerviosa. Estaba muy nerviosa pero todo salió bien, luego volví a la normalidad, a disfrutar de la experiencia.
UEG: Has dicho que te entrenaste a ti misma. ¿Qué entrenador estuvo contigo en 2016?
G: Su nombre es Levon, en realidad es un entrenador de masculina en Estados Unidos pero es de Armenia. Le conocería en la competición. Soy bastante autosuficiente. Me entreno a mí misma pero está bien tener alguien junto a tu lado, una voz que te anima, alguien para quitar el trampolín. Me apoyó mucho en lo que estaba haciendo.
UEG: ¿Qué te decidió a ir a por 2016?
G: Inicialmente había dejado el deporte en 2012. Cuando no me clasifiqué pensé: "La vida no es justa, no quiero volver a hacer gimnasia. Odio la gimnasia." Me fui a hacer un post-grado en medicina y me convertí en médico asociado, que será mi nueva pasión que sustituirá a la gimnasia. Me gustaban mis estudios. Acabé conociendo al que es mi prometido, Duane, y hablábamos mucho durante mis rotaciones en el hospital. Es médico y tiene una historia similar a la mía. Jugaba al fútbol en la universidad y tuvo una lesión que puso fin a su carrera, una lesión de rodilla que acabó con sus posibilidades de jugar profesionalmente y luego me pasó lo mismo. Cuanto más hablábamos de ello más me decía "¿Por qué no puedes intentarlo otra vez?". Y yo estaba como "¿Por qué no lo intentas otra vez?" Pero quizás debería intentarlo... Me quedaba otro año de post-grado y durante ese año estuve pensando en la logística de regresar y él me animó y despertó ese interés otra vez. Cuando dejé la gimnasia la odiaba pero sabía que merecía estar ahí y me sentía inacabada. No me iba a dar la oportunidad de probar que en realidad podía hacerlo pero sabía que tenía que hacerlo, sólo para mí misma, así que volví.
UEG: ¿Cuales son los momentos en gimnasia de los que te sientes más orgullosa?
G: Rio, por supuesto. Pero también estoy muy orgullosa de haber participado en la universidad con mi equipo de gimnasia de la Universidad de Iowa. Esas chicas y esos entrenadores se convirtieron en mi familia me siento muy orgullosa de haber sido una "Iowa Hawkeye". Durante mi carrera de gimnasia universitaria fui campeona en barra. Ese fue un gran momento en mi carrera como gimnasta.
UEG: ¿Cúal ha sido la mayor locura que has hecho?
G: No lo sé. No creo que haga locuras. Hay gente que cree que hacer gimnasia es una locura. Después de graduarme como asistente médico, mi mejor amiga y yo nos fuimos de viaje por Europa, en plan mochilero, como todo el mundo. En ese viaje saltamos desde acantilados, eso es posiblemente lo más terrorífico que he hecho en mi vida.
UEG: ¿Qué consejo darías a las gimnastas jóvenes?
G: Mi mayor consejo es simplemente que amen la gimnasia. Eso fue lo que me ha llevado tan lejos. Nunca he perdido mi pasión por la gimnasia. Me encantaba ir y trabajar duro y disfrutar mi tiempo en el gimnasio. Cuando pierdes ese amor, entonces se convierte en un trabajo y nunca debe ser un trabajo. No tengas miedo en tener grandes sueños. Mi dicho es "Nunca es demasiado tarde para conseguir un sueño" Un juego de palabras siendo asistente médico. Pero es verdad, nunca es demasiado tarde. Conseguí mi sueño a los 27. Nunca sabes a donde te va a llevar tu pasión. Mientras te apasione algo que haces, haz que el sueño suceda,
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